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¿Cómo varían los niveles de vitamina D en los equipos del FC Barcelona?

Ciencias del Deporte - Nutrición

Autor: Lucia Cisterna

02 Julio 2021
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La estación del año, entrenar al aire libre y la suplementación parecen ser factores que favorecen de forma significativa los niveles de vitamina D.

La vitamina D es una vitamina liposoluble que tiene un papel fundamental en una gran cantidad de procesos fisiológicos como son la respuesta inmune, la función cardiovascular, el metabolismo óseo, y el crecimiento y la función muscular.1,2 Por ello, mantener unos niveles adecuados de vitamina D es esencial tanto para preservar la salud de los deportistas como para optimizar su rendimiento. De hecho, estudios que han analizado biopsias musculares de pacientes con niveles bajos de vitamina D sugieren que en estos se produce atrofia en las fibras musculares tipo II (llamadas fibras rápidas), cruciales para la mayoría de los atletas.3,4 A pesar de su importancia para la salud, la prevalencia de niveles insuficientes de vitamina D es común entre la población.4 Además, aunque no hay mucha evidencia al respecto, los datos sugieren que esta insuficiencia de vitamina D también podría ser común en el deporte de élite.5,6

La vitamina D se mide a través de los niveles en sangre de 25(OH)D, situándose el nivel óptimo para el rendimiento deportivo en 125nmol/L (50ng/ dL). Debido al papel relevante de la vitamina D en la función inmunitaria, en la síntesis proteica, y en la función y estructura muscular, evaluar de forma rutinaria los niveles séricos de vitamina D en los deportistas podría ayudar a mejorar su rendimiento. Por lo tanto, la vitamina D ya no refleja únicamente la salud ósea, si no que muestra en parte el estado de salud de la persona.

A pesar de su importancia, las características del deporte de alto rendimiento dificultan los estudios de intervención, por lo que hasta la fecha no se tiene mucha información disponible sobre cuáles son los niveles de vitamina D en jugadores de élite a lo largo de una temporada. Con el objetivo de estudiar cómo varían los niveles de vitamina D en deportistas de élite y cómo influye el ambiente de entrenamiento (entrenar al aire libre o en espacios cerrados), el momento de la temporada y suplementarse o no con vitamina D, un estudio en el que han participado miembros del departamento médico del FC Barcelona analizó a 95 jugadores de diferentes secciones del club (22 del equipo de fútbol de primera división, 21 de segunda, 12 de fútbol sala, 12 de baloncesto, 17 de balonmano y 11 de hockey sobre patines) a lo largo de una temporada (2011-2012).7

Los resultados mostraron que, de media, las concentraciones totales de 25(OH)D fueron de ~92 nmol/L en todos los jugadores, con niveles más altos en los jugadores que se suplementaban (~95 nmol/L) y en aquellos que entrenaban al aire libre (~100 nmol/L). Cabe destacar que alrededor del 25% de los jugadores presentaron niveles inferiores a75 nmol/L, pero ninguno estuvo por debajo de los 50 nmol/L.

¿Cómo influye entrenar al aire libre, la estacionalidad o suplementarse en los niveles de vitamina D?

La estacionalidad influyó en los niveles de vitamina D, de tal manera que se observaron concentraciones de vitamina D significativamente más altas en otoño en comparación con el invierno y la primavera. La tasa más alta de niveles de vitamina D por debajo de 75 nmol/L se encontró en primavera (40% de los jugadores), seguida del invierno (35%) y del otoño (10%) (Figura 1).

Además, se observaron diferencias en las concentraciones medias de 25(OH)D por modalidad deportiva y suplementación a lo largo del año. Las concentraciones más altas de vitamina D a lo largo del año se observaron en los jugadores de fútbol, especialmente en los que jugaban en segunda división y se suplementaban durante todo el año, mientras que las concentraciones más bajas se observaron en los jugadores de baloncesto (Figura 2). Atendiendo a los regímenes de suplementación, los jugadores de hockey patines, de fútbol sala y de fútbol de segunda división se suplementaron durante todo el año. Por el contrario, solo se suplementaron el ~6% de los jugadores de balonmano, el ~27% de los jugadores de fútbol de primera división y alrededor del 60% de los jugadores de baloncesto. Así, a nivel general, los jugadores que se suplementaban tuvieron niveles de vitamina D más altos que los que no lo hacían. Por ello, según estos resultados, se sugiere que la estacionalidad y la suplementación afectan a los niveles de vitamina D en deportistas profesionales.

También el ambiente tuvo influencia en los niveles de 25(OH)D. Aquellos jugadores que jugaban o entrenaban al aire libre tuvieron concentraciones de vitamina D más altas (105 nmol/L) que los que entrenaron en interiores, independientemente de si se suplementaban (85 nmol/L). Esto demuestra que ejercitarse al aire libre y suplementarse con vitamina D puede mejorar los niveles de vitamina D (Figura 3).

La vitamina D se sintetiza principalmente en la piel por la exposición a la luz solar ultravioleta B, pero se pueden encontrar niveles bajos de vitamina D a pesar de una exposición solar aparentemente suficiente,8 lo que requeriría de cambios dietéticos con el fin de aumentar la ingesta de vitamina D. Y, ¿qué alimentos son fuentes importantes de vitamina D? Los pescados azules como el salmón, los champiñones y alimentos como la leche, el queso. Además de incrementar el consumo de alimentos ricos en vitamina D, su suplementación, tal y como se plantea en este estudio, también podría desempeñar un papel importante en los deportistas de élite. De esta forma, la combinación de una ingesta de vitamina D elevada y la exposición al sol (siempre con precaución) es necesaria para alcanzar niveles adecuados de vitamina D, especialmente en atletas de élite, si bien se deben estudiar y considerar las dosis adecuadas en función de cada caso individual (Figura 4).

 

Conclusiones

La vitamina D se erige como una vitamina fundamental para la salud ósea, la función inmunitaria y la función y estructura del músculo. Por ello, en el deporte de alto rendimiento, optimizar los niveles de vitamina D (125nM/L o 50ng/ dL) podría ayudar a mejorar la salud y el rendimiento de los deportistas. Tal y como se ha visto en este estudio, alrededor de 1 de cada 4 jugadores tuvo riesgo de hipovitaminosis D. Así, la estación del año, entrenar al aire libre y la suplementación parecen ser factores que influyen de forma significativa en las concentraciones de vitamina D. 

Con todo ello, los autores del estudio recomiendan en deportes de equipo de élite, la exposición regular al sol de forma segura junto a entrenamiento al aire libre (siempre que sea posible) y/o suplementos dietéticos combinados con una mayor ingesta de alimentos ricos en vitamina D.

 

Adrián Castillo

 

Referencias:

  1. Hamilton, B. Vitamin D and Human Skeletal Muscle. Scand. J. Med. Sci. Sports 20, 182–190 (2010).
  2. Zhang, R. & Naughton, D. P. Vitamin D in health and disease: Current perspectives. Nutr. J. 9, 65 (2010).
  3. Bartoszewska, M., Kamboj, M. & Patel, D. R. Vitamin D, Muscle Function, and Exercise Performance. Pediatr. Clin. North Am. 57, 849–861 (2010).
  4. Villacis, D. et al. Prevalence of Abnormal Vitamin D Levels Among Division I NCAA Athletes. Sports Health 6, 340–347 (2014).
  5. Lovell, G. Vitamin D Status of Females in an Elite Gymnastics Program. Clin. J. Sport Med. 18, (2008).
  6. Morton, J. P. et al. Seasonal variation in vitamin D status in professional soccer players of the English Premier League. Appl. Physiol. Nutr. Metab. 37, 798–802 (2012).
  7. Valtueña, J. et al. Vitamin D Status in Spanish Elite Team Sport Players. Nutrients vol. 13 (2021).
  8. Hamilton, B., Grantham, J., Racinais, S. & Chalabi, H. Vitamin D deficiency is endemic in Middle Eastern sportsmen. Public Health Nutr. 13, 1528–1534 (2010).

 

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