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Insights

El tendón plantar, un nuevo actor en las tendinopatías de aquiles resistentes
5 Jun 2019

La tendinopatía crónica del tendón de Aquiles es una de las más frecuentes dentro de este tipo de dolencias, tanto en atletas como en personas no necesariamente relacionadas con el deporte. Sin embargo, tanto sus causas como sus mecanismos no se comprenden aún del todo, por lo que en muchas ocasiones el tratamiento supone un verdadero reto para los médicos y recuperadores. Aunque muchos pacientes mejoran con tratamientos conservadores basados en cargas graduales, algunos casos son resistentes y se prolongan sin resultados en el tiempo. Últimamente, algunos investigadores han visto que otro tendón, el del músculo plantar, podría estar detrás de esos casos, confundiendo el diagnóstico exacto y condicionando la recuperación, que necesitaría de otros procedimientos.

Lorenzo Masci, consultor y médico deportivo, presentó estas nuevas evidencias en la conferencia del año pasado y de nuevo estará presente en la 11ª Barça Sports Medicine Conference organizada por el Barça Innovation Hub. Además, publicó un resumen de ellas en la revista apunts. Medicina de l´sport.

El tendón plantar, el gran sospechoso

El tendón del músculo plantar recorre prácticamente toda la pantorrilla por su parte interna, pasa al lado de del tendón de Aquiles y termina insertándose en el hueso calcáneo, aunque su trayecto exacto varía entre las personas. Aunque el músculo es bastante poco funcional en humanos, parece que puede dar lugar a problemas. En los últimos años se han descrito cada vez más casos en los que resultaba que el tendón plantar y el de Aquiles estaban excesivamente próximos en tendinopatías de Aquiles resistentes, incluso adheridos y rodeados por tejido inflamado, con una matriz de tejido conjuntivo muy desorganizada en la parte interna de este último. “Creemos que hay un subgrupo de pacientes en los que tiene lugar una interferencia del plantar. Todavía no sabemos la incidencia real, pero tendemos a ver un número creciente de pacientes en los que fracasa un programa de rehabilitación tradicional”, comenta Masci.

Los mecanismos exactos por los que el plantar daña al Aquiles no se conocen con exactitud, pero se sospecha que cuando el primero se engrosa acaba comprimiendo y engrosando al segundo, lo que lleva a que incluso se adhieran entre ellos. Y se piensa que algunas variantes anatómicas en su recorrido aumentan ese riesgo.

Repercusiones en el diagnóstico y el tratamiento

En general, cabe sospechar una afectación del plantar cuando hay una tendinopatía del tendón de Aquiles en su parte media e interna resistente al tratamiento. La ecografía puede revelar un tendón engrosado con aumento del flujo sanguíneo. Otras técnicas de imagen más modernas, como las llamadas Ultrasound Tissue Characterisation muestran una matriz de colágeno desestructurada en la parte del Aquiles relacionada con el plantar.

En cuanto al tratamiento, la rehabilitación estándar consiste en “un programa progresivo de alta carga, generalmente series de levantamientos de pantorrilla”, explica Masci. “Sin embargo, nuestra hipótesis es que aquellos que tienen una tendinopatía de Aquiles asociada al plantar son más difíciles de manejar. Basándonos en estudios con cadáveres que demuestran el aumento de presión entre estos tendones al final del rango de flexión plantar y dorsal, recomendamos limitar estos ejercicios para no sobrecargarlos”. Un ejercicio más eficaz podría ser focalizar el esfuerzo en el rango medio de posiciones del tobillo.

Otro tipo de tratamiento podría ser la extirpación del tendón plantar mediante cirugía. Los pocos estudios llevados a cabo parecen prometedores, pero Masci es cauto: “Necesitamos aún ensayos clínicos que lo demuestren”, concluye.

El equipo Barça Innovation Hub

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