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Incidencia de tendinopatías rotulianas en el fútbol profesional

Autor: Lucia Cisterna

18 Diciembre 2020
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El pasado 30 de diciembre el FC Barcelona emitía un comunicado haciendo oficial que su portero Marc-André Ter Stegen padecía una tendinopatía en la rodilla derecha que precisaba tratamiento y, por lo tanto, causaría baja por un periodo que dependería de la evolución. Posteriormente, el 18 de agosto, en un nuevo comunicado oficial, el FC Barcelona anunciaba que Ter Stegen había sido intervenido satisfactoriamente en el tendón rotuliano de la rodilla derecha con un tiempo estimado de baja de aproximadamente 2 meses y medio. La tendinopatía rotuliana o patelar sufrida por el portero blaugrana es una lesión muy frecuente, especialmente en deportes que suponen un estrés prolongado para la musculatura extensora de la rodilla, El diagnóstico clínico cursa con dolor y disfunción en la zona del tendón rotuliano, pudiendo llegar a requerir la interrupción de la práctica deportiva –como en el caso de Ter Stegen–, e incluso, en algunos casos, suponer el fin prematuro de la carrera deportiva del jugador.1

Es especialmente prevalente en los deportes en los que se realizan multitud de saltos –de ahí que también sea conocida como jumper’s knee– como son el voleibol y el baloncesto (45% y 32%, respectivamente).2 En deportes como el fútbol también es común, al verse sometido el tendón a traumatismos repetitivos con momentos de fuerza muy elevados durante las acciones de golpeo, cambios de dirección, saltos, aceleraciones y desaceleraciones bruscas que se producen durante el juego.

Epidemiología de la tendinopatía rotuliana en jugadores de fútbol profesional

Un estudio liderado por investigadores del Departamento de Ciencias Médicas y de la Salud de la Universidad de Linköping (Linköping, Suecia) y financiado por la UEFA analizó la epidemiología de la tendinopatía rotuliana en 2299 futbolistas pertenecientes a 51 clubs de élite europeos, además de identificar posibles factores de riesgo.3 En el periodo de estudio comprendido entre 2001 y 2009 se produjeron 139 lesiones del tendón rotuliano, 4 afectando a la parte distal y las 135 restantes a la parte proximal. Además, en el 40% de los casos fue la pierna dominante la afectada. La tendinopatía rotuliana constituyó el 1,5% del total de lesiones registradas en este periodo y provocó el 1,4% del total de ausencias de jugadores por lesión. Cada temporada, el 2,4% de los jugadores de los clubs analizados se perdió algún entrenamiento o partido por una tendinopatía rotuliana, con una incidencia de 0,12 lesiones/1000 horas de práctica deportiva. Aunque la mayoría de las lesiones resultaron en ausencias de menos de 1 semana (61%), el 10% fueron graves (dos de ellas requirieron cirugía), lo que provocó ausencias de más de 4 semanas tanto de los entrenamientos como de los partidos.

Uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos ante cualquier lesión son las recaídas, hallándose una recurrencia de 12%–27% en este caso, lo que refleja el carácter crónico y recurrente de la tendinopatía rotuliana. Sin embargo, después de un breve período de descanso, la reducción de la carga de trabajo y los tratamientos parece volverse asintomática, permitiéndole a los jugadores reiniciar los entrenamientos y la competición hasta que vuelvan a agravarse los síntomas.

Factores de riesgo de la tendinopatía rotuliana en jugadores de fútbol profesional

El principal factor de riesgo sin duda es el volumen total de exposición, hallándose una asociación entre la carga de entrenamiento y las horas de práctica deportiva y la prevalencia de tendinopatía rotuliana.3 Este hallazgo es indicativo de la naturaleza de la lesión, donde un estrés repetitivo sobre el tendón rotuliano se relaciona con una mayor afectación.

Resulta importante subrayar que no se observaron diferencias significativas en la prevalencia o la incidencia de tendinopatías rotulianas entre los jugadores de equipos que que juegan en césped artificial y los que juegan en césped natural.3 Sin embargo, en deportes como el voleibol la prevalencia de la tendinopatía rotuliana aumentó con las superficies de juego más duras,4 mientras que, por ejemplo, se ha visto que la prevalencia es menor en jugadores de volei-playa en comparación con los de pista,5 lo que indica que la dureza de la superficie de juego podría tener que ver con el riesgo de tendinopatía rotuliana.

En cuanto a la distribución de la temporada, en los clubs de las ligas que transcurren entre otoño y primavera, la mayor incidencia de tendinopatía rotuliana se producía en los meses de julio (coincidiendo con el inicio de la pretemporada), octubre y abril, mientras que en los clubs del norte de Europa que suelen disputar sus ligas entre primavera y otoño, la incidencia más alta se produjo en los meses de enero a marzo, coincidiendo con la pretemporada,3 cuando la carga de entrenamiento es alta, lo que posiblemente respalde una asociación entre la carga a la que es sometida el tendón y el desarrollo de la tendinopatía rotuliana sintomática.

Además, el aumento de peso se ha identificado como un factor de riesgo,3 lo que podría atribuirse al incremento de las fuerzas que actúan sobre el tendón rotuliano como consecuencia del propio aumento de la masa corporal. Por último, la edad no parece asociarse con el riesgo de tendinopatía rotuliana en jugadores de fútbol profesional.

Conclusiones

Las tendinopatías rotulianas han mostrado valores de rigidez o stiffness más bajos que los de los tendones no afectados, lo que afecta la transmisión de fuerza a través del tendón.

A pesar de que, como hemos visto, la tendinopatía rotuliana es una condición bastante común en jugadores de fútbol profesional, con una alta tasa de recurrencia, un reciente estudio observó que los futbolistas de élite tienen un mayor stiffness o rigidez del tendón rotuliano en comparación con la población general,6 lo que podría relacionarse con una mejora en la transmisión de la fuerza durante la contracción muscular. Este hecho es especialmente importante, ya que los tendones rotulianos afectados por una tendinopatía rotulianas han mostrado valores de rigidez o stiffness más bajos que los de los tendones no afectados, lo que repercutiría negativamente sobre la transmisión de fuerzas a través del tendón y, por lo tanto, en el rendimiento.7

En resumen, la tendinopatía rotuliana puede acarrear importantes consecuencias para la vida deportiva de un futbolista y, por ende, para su equipo. Por ello, es sumamente importante la coordinación por parte del cuerpo técnico y los servicios médicos a la hora de establecer el consiguiente tratamiento una vez diagnosticada la dolencia, con el fin de evitar su cronificación y, en última instancia, la intervención quirúrgica.

 

Javier S. Morales

 

Referencias:

  1. Kettunen JA, Kvist M, Alanen E, Kujala UM. Long-term prognosis for jumper’s knee in male athletes. A prospective follow-up study. Am J Sports Med. 2002;30(5):689-92.
  2. Lian OB, Engebretsen L, Bahr R. Prevalence of jumper’s knee among elite athletes from different sports: a cross-sectional study. Am J Sports Med. 2005;33(4):561-7.
  3. Hägglund M, Zwerver J, Ekstrand J. Epidemiology of patellar tendinopathy in elite male soccer players. Am J Sports Med. 2011;39(9):1906-11.
  4. Ferretti A, Puddu G, Mariani PP, et al. Jumper’s knee: an epidemiological study of volleyball players. Physician Sportsmed. 1984;12:97-106.
  5. Bahr R, Reeser JC; Fédération Internationale de Volleyball. Injuries among world-class professional beach volleyball players. The Fédération Internationale de Volleyball beach volleyball injury study. Am J Sports Med. 2003;31(1):119-25.
  6. Cristi-Sánchez I, Danes-Daetz C, Neira A, Ferrada W, Yáñez Díaz R, Silvestre Aguirre R. Patellar and Achilles Tendon Stiffness in Elite Soccer Players Assessed Using Myotonometric Measurements. Sports Health. 2019;11(2):157-162.
  7. Arya S, Kulig K. Tendinopathy alters mechanical and material properties of the Achilles tendon. J Appl Physiol (1985). 2010;108:670-675.
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