
Coaches Academy II
625€
Indica en qué país o región estás para poder comprar online.
Debes seleccionar una región *
El control de la carga de trabajo (TL, por sus siglas en inglés) es uno de los procesos fundamentales para optimizar el rendimiento. Conocer la TL nos va a permitir evaluar la fatiga, anticipándonos a las sobrecargas y el sobreentrenamiento para, de este modo, minimizar el riesgo de lesión. De hecho, existe una relación entre TL e incidencia lesional (Drew & Finch, 2016), lo que refleja la importancia de medir este factor. La cuantificación de la TL pretende analizar las adaptaciones producidas por el entrenamiento y reducir el riesgo de posibles efectos secundarios a éste, como sobrecarga no funcional y lesiones (Halson, 2014).
En el fútbol en particular y en el deporte de élite en general existe una línea muy fina entre el éxito y el fracaso. Una plétora de factores internos y externos van a determinar el rendimiento. Monitorizar y conocer estos factores nos servirá para evaluar si un deportista se está adaptando y respondiendo a un programa de entrenamiento. A través de la monitorización, podremos analizar la evolución de parámetros relacionados con la fatiga con el fin de realizar los ajustes adecuados al estado del deportista. Son diversos los sistemas de medición que existen, como el GPS, pulsómetros o medidores de lactato, pero no siempre podremos disponer de esta tecnología. Sin embargo, en los últimos años han emergido los cuestionarios wellness como un método fiable, económico y de fácil aplicación para controlar las respuestas al trabajo (Heidari et al., 2019; Saw et al., 2016). Estos cuestionarios representan la percepción que tiene el deportista de su propio nivel de estrés y dan información de la TL tanto a nivel fisiológico como psicológico.
En deportes como el fútbol donde cada equipo está integrado por 20-25 jugadores, mantener una conversación diaria con cada uno de ellos para ver cómo se sienten, cómo han dormido o su nivel de fatiga resulta inviable. Los cuestionarios wellness nos permitirán obtener esa información tan valiosa de manera muy rápida y fácilmente procesable sin necesidad de tener una conversación individual con cada uno de los integrantes del grupo. Por ello su uso está creciendo de forma exponencial. De hecho, actualmente son considerados como la segunda herramienta de monitorización más importante para la prevención de lesiones por los jefes médicos de los equipos que componen “The UEFA Elite Club Injury Study” (Figura 1) (McCall et al., 2016). Además, la evaluación de la fatiga percibida fue la variable más analizada, mientras que también se incluyen entre las variables estudiadas en la prevención de lesiones por parte de los principales equipos del fútbol europeo, el dolor muscular, el nivel de recuperación percibido y la calidad del sueño (McCall et al., 2016). Y aunque la evidencia en este sentido aún es baja, sí se ha observado que la valoración subjetiva de la fatiga a través del sueño, el estrés y el descanso predice lesiones en el mes posterior a su evaluación (Laux et al., 2015).
Por otro lado, investigadores de la Liverpool John Moores University (Liverpool, Reino Unido) han observado que, en jugadores de fútbol de élite, los cuestionarios wellness (evaluando fatiga, calidad del sueño y daño muscular de forma subjetiva) son más sensibles a las fluctuaciones diarias de la TL en comparación con marcadores objetivos de fatiga como pueden ser la frecuencia cardíaca (FC) sub-máxima, la FC de recuperación, o la variabilidad de la FC (Thorpe et al., 2016). Asimismo, estos autores determinaron que la fatiga percibida se correlaciona con la distancia total recorrida a alta intensidad (Thorpe et al., 2015, 2017).
Existen diferentes modelos de cuestionarios wellness. Sin embargo, algunos de ellos están compuestos de múltiples escalas e ítems, por lo que pierden parcialmente una de sus grandes ventajas: la celeridad y sencillez tanto a la hora de administrarlos como de analizar sus resultados. Xavier Franquesa, preparador físico del Juvenil B de la sección de fútbol del FC Barcelona, explica cómo llevan a cabo el rápido proceso de recogida de datos: “A los jugadores les llega un aviso al móvil para que rellenen los cuestionarios antes de desayunar, y mientras desayunan, nosotros los analizamos”. Dentro de los cuestionarios que se pueden administrar con relativa rapidez y facilidad, destacamos la Escala de Hooper (Hooper & Mackinnon, 1995), basada en el análisis subjetivo de la calidad del sueño de la noche anterior, la cantidad de estrés, el nivel de fatiga y el daño muscular percibido. Cada pregunta se califica de forma individual con puntuaciones que van de 1 (“Muy, muy bajo o bueno”) a 7 (“Muy, muy alto o malo”). Dadas sus prestaciones, en el FC Barcelona trabajan con este cuestionario desde cadetes y, a partir del próximo año, también en infantiles (Figura 2).
Una vez analizados los datos, únicamente se le informa al entrenador en el caso de que exista alguna anomalía, a partir de la cual, se le modifica el entrenamiento para ese día al jugador o jugadores en cuestión. Como explica Marc Guitart, preparador físico del Barça B: “Cuando salta alguna señal de alerta, ya sea por exceso o por defecto, se avisa al entrenador para que determine si con alguna modificación parcial, como puede ser que haga de comodín en algunas tareas o quitarle de ellas, es suficiente o si requiere un seguimiento más específico. En el caso de que los datos sean demasiado bajos, quizá necesita un poco más de estímulo y requiere un trabajo adicional al final del entrenamiento”.
La metodología de trabajo difiere entre las distintas categorías. Así, en el Barça B es el preparador físico quien acude con el iPad a preguntar a los jugadores. Por el contrario, en el caso de los juveniles son estos los que auto-rellenan el cuestionario diariamente a través de una app diseñada por el propio club (eKeep), y que cada uno tiene descargada en su móvil.
Por otra parte, la implementación de este tipo de herramientas tiene una serie de limitaciones. Para que estos cuestionarios sean fiables, requieren que el jugador interiorice las diferentes puntuaciones y sea capaz de diferenciarlas, ya que como cuenta Marc Guitart: “Al principio el jugador no es capaz de correlacionar un valor numérico con la intensidad de la fatiga hasta que el jugador no ha pasado por todos los valores de la escala, y esto implica un proceso adaptativo más que educacional”. Por último, es esencial remarcarles la importancia de la honestidad en las respuestas, es decir, que los jugadores no lo vean como un método de evaluación que puede comprometer su participación en el próximo partido. Como afirma Xavier Franquesa: “Hay que dejarles claro desde el inicio de la pretemporada que los resultados que pongan en los cuestionarios no van a implicar que jueguen más o menos, han de ser honestos con las respuestas y que, aunque pongan daño muscular muy muy alto, eso no hará que no vayan a jugar el siguiente partido, sino que será el fisioterapeuta el que tomará las medidas oportunas para reducir el riesgo de lesión”.
En definitiva, monitorizar y conocer la TL – lo cual puede implementarse de forma rápida y práctica incluso con cuestionarios en el móvil – ayudará a prescribir la dosis ideal de entrenamiento para potenciar el rendimiento de cada deportista minimizando la probabilidad de lesión. Además, en aquellos casos en que se determine que existe riesgo elevado de lesión, posibilitará la aplicación de los protocolos de recuperación adecuados para atenuar este riesgo (descanso, nutrición, estiramientos, …).
El equipo Barça Innovation Hub
REFERENCIAS:
Drew, M. K., & Finch, C. F. (2016). The relationship between training load and injury, illness and soreness: a systematic and literature review. Sports Med, 46(6), 861-883.
Halson, S. L. (2014). Monitoring training load to understand fatigue in athletes. Sports Med, 44(2), 139-147.
Heidari, J., Beckmann, J., Bertollo, M., Brink, M., Kallus, K. W., Robazza, C., & Kellmann, M. (2019). Multidimensional monitoring of recovery status and implications for performance. Int J Sports Physiol Perform, 14(1), 2-8.
Hooper, S. L., & Mackinnon, L. T. (1995). Monitoring overtraining in athletes. Sports Med, 20(5), 321-327.
Laux, P., Krumm, B., Diers, M., & Flor, H. (2015). Recovery–stress balance and injury risk in professional football players: a prospective study. J Sports Sci, 33(20), 2140-2148.
McCall, A., Dupont, G., & Ekstrand, J. (2016). Injury prevention strategies, coach compliance and player adherence of 33 of the UEFA Elite Club Injury Study teams: a survey of teams’ head medical officers. Br J Sports Med, 50(12), 725-730.
Saw, A. E., Main, L. C., & Gastin, P. B. (2016). Monitoring the athlete training response: subjective self-reported measures trump commonly used objective measures: a systematic review. Br J Sports Med, 50(5), 281-291.
Thorpe, R. T., Strudwick, A. J., Buchheit, M., Atkinson, G., Drust, B., & Gregson, W. (2015). Monitoring fatigue during the in-season competitive phase in elite soccer players. Int J Sports Physiol Perform, 10(8), 958-964.
Thorpe, R. T., Strudwick, A. J., Buchheit, M., Atkinson, G., Drust, B., & Gregson, W. (2016). Tracking morning fatigue status across in-season training weeks in elite soccer players. Int J Sports Physiol Perform, 11(7), 947-952.
Thorpe, R. T., Strudwick, A. J., Buchheit, M., Atkinson, G., Drust, B., & Gregson, W. (2017). The influence of changes in acute training load on daily sensitivity of morning-measured fatigue variables in elite soccer players. Int J Sports Physiol Perform, 12(Suppl 2), S2-107.
625€
625€
625€
625€
625€
625€
625€
625€