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La propuesta de Paco Seirul·lo para el entrenamiento en deportes de equipo: el entrenamiento estructurado, los espacios de juego y las situaciones simuladoras preferenciales
21 Nov 2019

En los últimos años, dos paradigmas de entrenamiento (la periodización táctica de Vitor Frade y el entrenamiento estructurado de Francisco Seirul·lo) han revolucionado la forma de entender la preparación en los deportes de equipo. La propuesta del profesor Seirul·lo es el fruto de más de 40 años de investigación, reflexión y práctica con deportistas. Una reciente publicación1 recoge de forma detallada buena parte de estas orientaciones.

La propuesta de entrenamiento de Seirul·lo parte de una concepción compleja del ser humano deportista (SHD). El hombre o mujer deportista están conformados por una serie de estructuras hipercomplejas que se relacionan entre sí de forma interactiva y retroactiva. De forma muy resumida, estos componentes son los siguientes: estructura biológica (relacionada con la vías energéticas), estructura cognitiva (responsable del proceso de percepción-acción), estructura coordinativa (relacionada con la movilidad, lateralidad y disociaciones), estructura condicional (tiene relación con las capacidades motrices), estructura expresivo-creativa (asociada con la capacidad expresiva y las relaciones interpersonales que aparecen en la competición), estructura socioafectiva (tiene que ver con la relación e identificación con los compañeros y el rol que ocupa cada uno), estructura emotiva-volitiva (está relacionada con los sentimientos propios y los estados de ánimo) y la estructura mental (cómo se relacionan entre sí todas las estructuras).

La evolución del SHD y el incremento de sus posibilidades para competir mejor solo se conseguirán cuando se estimulen equilibradamente todas las estructuras anteriores. El entrenador debe proponer tareas y situaciones que comprometan al SHD y le permitan automejorarse para entender mejor la situación que debe resolver y adaptar sus capacidades para ello. Nunca podremos decir que estamos trabajando al 70% o al 80%2. Dependerá de cada deportista, de sus deseos, de su motivación o de sus propias capacidades. Hay que abandonar las relaciones lineales causa-efecto.

Cada SHD propone soluciones personales y específicas como consecuencia de su interpretación personal de las situaciones que debe resolver. Esta forma de comprender la preparación es el entrenamiento estructurado. La optimización en el entrenamiento del SHD reconoce que son las condiciones en las que se practican las tareas las que permiten o no que los deportistas se auto-mejoren3. No existe la preparación física o el entrenamiento técnico como tal. Existe la mejora del SHD4. Y eso solo es posible cuando la experiencia propuesta por el entrenador deja opciones abiertas a las libres decisiones de la reflexión individual y permite satisfacer la exigencia de crear una propia visión personal de esa experiencia motriz. Los datos de los GPS, los analizadores de lactato o los medidores de frecuencia cardíaca no pueden ser el termómetro del entrenamiento. No hay que confundir lo medible con lo importante.

Pero la propuesta del profesor Seirul·lo también aporta pistas claras para comprender el juego y descifrar “el modelo Barça”. El entrenador debe ayudar a que el equipo y los jugadores aprendan a interpretar constantemente lo que sucede en cada situación del juego en dos espacios distintos5: el espacio de intervención, donde el jugador desea realizar una actuación sobre el oponente y, en número reducido, los compañeros más cercanos ayudan al ejecutor a concluir su plan de forma exitosa y el espacio de fase, donde el espacio restante alejado del balón debe ser ocupado de una determinada manera por los demás compañeros del equipo. Se trata de que los jugadores aprendan a identificar las necesidades que se crean en cada espacio y propongan los comportamientos adecuados en cada momento para generar superioridades numéricas (“somos más»), posicionales (“estamos mejor colocados”), socio-afecticas (“nos relacionamos mejor”) o cualitativas (“somos mejores”) en función de las condiciones de cada jugador implicado en el espacio de intervención. Esta comprensión del juego se lleva al entrenamiento mediante las Situaciones Simuladoras Preferenciales (SSP). Hay que generar acontecimientos en las sesiones de preparación que sean simuladores del juego-deporte y que incidan de forma preferencial en los diferentes sistemas según las reglas, espacios y números de jugadores participantes. Las SSP se deben construir por medio de tareas globales, preferentemente en grupo, con el juego libre y con el objetivo de aprender el juego, no el ejercicio. Cada deportista debe activar entonces aquellos sistemas que mejor crea que respondan a la situación creada de acuerdo con sus propias condiciones y personalidad.

Carlos Lago Peñas

 

Referencias

1 Tarragó, J.R.; Massafret, M.; Seirul·lo, F. y Cos, F. (2019). Entrenamiento en deportes deportes de equipo: el entrenamiento estructurado en el FCB. Apunts. 137: 103-114.

2 Seirul·lo, F. (2009). Una línea de trabajo distinta. Revista de Entrenamiento Deportivo, 23(4): 13-18.

3 Seirul·lo, F. (1998): Valores educativos del deporte en D. Blázquez (ed): La iniciación deportiva y el deporte escolar (2ª edición), pp. 61-75, Barcelona: INDE.

4 Seirul·lo, F. (1993b): Preparación física aplicada a los deportes de equipo, Colección CadernosTécnico-Pedagóxicos do INEF de Galicia, A Coruña: Centro Galego de Documentación e Edicións Deportivas.

5 Seirul·lo, F. (2010). Estructura sociafectiva. Documento INEFC – Barcelona. Tomado de: http://www.motricidadhumana.com/estructura_socioafectiva_doc_seirul_lo_Outline_drn.pdf

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