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Insights

Más tren, menos pesticidas, más placas solares. La estrategia que lleva al fútbol a un futuro sostenible The strategy that leads soccer to a sustainable future.
22 Ago 2023

Un tour relámpago por algunos de los estadios de fútbol más sostenibles del mundo podría empezar por el de la favela brasileña de Morro da Mineira, en Río de Janeiro. No se trata de un estadio profesional, sino de una humilde cancha comunitaria gestionada por la asociación de vecinos local, pero un detalle insólito avala su compromiso con el medio ambiente: toda la energía que consume la generan los propios jugadores. En palabras del padre del proyecto, el ingeniero británico Laurence Kemball-Cook, se trata de “convertir la práctica del fútbol en electricidad” haciendo uso de 200 placas cinéticas, situadas bajo el césped, que captan el movimiento de los jugadores y lo trasforman en “luz”, un (tenue) rayo de esperanza para el planeta.

De Brasil habría que desplazarse a Estados Unidos para visitar el Mercedes-Benz Arena de Atlanta, un gigante de 71.000 plazas pionero en la gestión del agua, la instalación de placas fotovoltaicas y la sostenibilidad en los accesos, garantizada por un sistema gratuito de bicis compartidas. En Asia, el estadio verde por excelencia es el de Kaohsiung, en Taiwán, que cubre el 75% de sus necesidades energéticas e incluso vende energía solar a terceros. Además, compensa sus emisiones de gases de efecto invernadero con el parque público de cuatro hectáreas que rodea su perímetro.

MÁS MADERA

En la vieja Europa, presumen (con fundamento) de un alto grado de sostenibilidad coliseos como el Allianz Riviera de Niza, con sus estructuras de madera laminada y su apuesta por la energía eólica, el Dacia Arena de Udine, el Johan Cruyff de Ámsterdam o el nuevo estadio del Tottenham Hotspurs. Pionera entre el fútbol modesto es la cancha del Dartford FC, en el sudeste inglés, un bello recinto con sus placas solares y su sistema de recogida de agua de lluvia que está, por si fuera poco, parcialmente enterrado en una colina llena de árboles. Y, a 200 kilómetros de allí, en Nailsworth, una villa de menos de 8.000 habitantes, el club local, Forest Green Rovers, está trabajando en un futuro referente de la arquitectura deportiva ecológica.

El estadio de los Rovers, bautizado como Eco Park, llevará la firma de la afamada arquitecta Zaha Hadid, y se prevé que sea a medio plazo el primer recinto deportivo del mundo con huella de carbono positiva. Aunque parte de su estructura básica será de acero y hormigón, tanto la fachada como la cubierta y las gradas se construirán con madera sostenible. Entre los principales accionistas de este club que se declara oficialmente “vegano”, que cuida su césped sin recurrir a pesticidas y que hace uso en sus uniformes de plástico reciclado y residuos de café molido, está el lateral del Real Betis (ex de Barcelona y Arsenal) Héctor Bellerín. Para el futbolista barcelonés, “ejemplos como el del Forest Green demuestran que es mucho lo que se puede hacer, desde el realismo y la modestia, para resolver los problemas del mundo”.

MUCHO POR HACER

El pasado mes de enero se generó una notable controversia al hacerse público que la Copa del Mundo de Qatar, lejos de convertirse, como pretendía la FIFA, “en el primer gran evento deportivo neutro en carbono”, había acabado siendo el Mundial más contaminante de la historia. La propia FIFA reconocía unas emisiones totales de 3,6 megatoneladas de dióxido de carbono, atribuidas sobre todo a los desplazamientos a Qatar, la construcción de las nuevas infraestructuras y el alojamiento y consumo energético de los aficionados.

En opinión de Jordi Portabella, director del Área de Sostenibilidad del FC Barcelona, estos datos demuestran “que la industria del fútbol tiene a día de hoy un impacto medioambiental muy notable y que hay que redoblar los esfuerzos por reducirlo”. La hora de las iniciativas “cosméticas” y del greenwashing, el ecologismo acomodaticio y de cara a la galería, ha quedado atrás, porque “los retos medioambientales resultan tan exigentes como inaplazables”. El fútbol del futuro tiene que ser “mucho más sostenible, empezando por sus estadios”.

Hablamos con Portabella en la sede del club, coincidiendo con el arranque de las obras de remodelación del Spotify Camp Nou y el Espai Barça en su conjunto. Para el directivo barcelonista, este proyecto es, también desde el punto de vista de la sostenibilidad, la joya de la corona de la institución a la que representa.

Back in the spring of 2022, president Joan Laporta assured at the presentation of the renovation that the new stadium would be «the most sustainable in LaLiga and a green benchmark on a global level». Portabella assures that this commitment is more valid today than ever: “No hemos hecho concesiones. Ninguna de las revisiones que se han ido introduciendo al proyecto original de la agencia de arquitectura Nikken Sekkei ha rebajado la exigencia desde el punto de vista ecológico. Al contrario, la han reforzado”.

LOS DATOS DE UN PROYECTO AMBICIOSO Y PUNTERO

Portabella cita como ejemplo “el incremento de los espacios verdes previstos, que más allá de su utilidad para compensar emisiones tienen un valor social, pueden servir de refugio climáticos y permitirán, a medio plazo, recuperar la biodiversidad en el entorno del estadio”. A día de hoy, se ha habilitado ya un nuevo espacio verde de 4.000 metros cuadrados que cuenta con un innovador sistema de iluminación y en el que se ha plantado 65 árboles e introducido 21 bancos de madera y 16 sillas. Portabella destaca también que estas actuaciones vienen complementadas con “la construcción de carriles bici en los accesos al recinto, como el que se ha habilitado ya en la avenida Joan XXIII”, primera piedra de un nuevo y muy ambicioso programa de movilidad ecológica en el que se está trabajando con el Ayuntamiento de Barcelona.

En cuanto a medidas de ahorro energético, Portabella considera “estratégica” la instalación de “18.000 metros cuadrados de placas fotovoltaicas, capaces de generar energía eléctrica equivalente al consumo de 600 viviendas de dimensiones estándar”. También marca la diferencia “un sistema de geotermia tecnológicamente puntero que reducirá en un 30% el consumo de energía”. Y un plan de uso eficiente de recursos hídricos que “recogerá el agua de lluvia y la utilizará en el regado de la vegetación de los alrededores”.

Estas medidas “estructurales y de muy amplio calado” se complementan con el fomento activo de la sostenibilidad en el día a día: “El FC Barcelona ha sido uno de los primeros clubes en comprometerse a realizar sus desplazamientos en tren siempre que las circunstancias lo permitan. El equipo profesional de fútbol masculino, por ejemplo, ya viajó en AVE a Madrid la pasada campaña. Esto se forma parte de un plan transversal de reducción de la huella de carbono que afecta a todos los estamentos del club y que el Área de Sostenibilidad, creada en 2021, promueve y supervisa activamente”.

Para Portabella, algunos de los grandes estadios profesionales más sostenibles del planeta son, a día hoy, el Johan Cruyff Arena, el Signal Iduna Park del Borussia Dortmund o el nuevo Tottenham Hotspurs Stadium: “Todos son ejemplos a seguir, pero nuestro proyecto va más allá en algunos aspectos cruciales”. En el estado español, reconoce “el esfuerzo pionero del Athletic Club de Bilbao, que fue de los primeros clubs de LaLiga en realizar una reforma eco-friendly al disponer placas solares en su perímetro”. También considera adecuada “la política de compensación de emisiones del Real Madrid o el software de gestión inteligente de recursos del que hace uso el Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano”.

Son ejemplos positivos, tal vez insuficientes aún, “dada la magnitud de los retos medioambientales”, pero que prueban que “algo sustancial está cambiando en el mundo de fútbol, que sigue siendo (y siempre será) una industria del entretenimiento y el arte efímero, dependiente de que una pelota entre o no, pero cada vez se toma más en serio su responsabilidad social”.

En ese sentido, Portabella añade que en los programas educativos de la Barcelona Innovation Hub cada vez hay mayor demanda de contenidos relacionados con la sostenibilidad: “Mi departamento ha dado ya conferencias muy específicassobre temas relacionados con la resiliencia ante el cambio climático y la reducción de la huella de carbono. Esos temas interesan, existe una demanda social de actuaciones empresariales éticas y responsables, a la altura de los retos a los que se enfrenta el mundo”. Para cada desafío medioambiental existe, al menos potencialmente, una solución tecnológica. Tanto los humildes estadios de madera como las placas cinéticas de Morro de Mineira o los 18.000 metros cuadrados de placas solares del Camp Nou del futuro forman parte de esa solución que se abre paso contra viento y marea.

Construyendo el futuro de la industria del deporte