A uno de los eventos deportivos con más público, 100 millones de espectadores, lo han rebautizado este año como «Cryptobowl». Y es que las empresas de comercialización de criptomonedas han sido protagonistas absolutas de los espacios publicitarios de la Superbowl, el gran acontecimiento anual del fútbol americano.
Su caso más llamativo, un anuncio de Coinbase, que se limitó a hacer rebotar por la pantalla, durante treinta segundos, un código QR, que llevaba directamente al registro en su página y a un regalo asociado de 15 dólares en criptomonedas. Con tanto éxito que su web colapsó, como en un ataque DoS, denegación de servicio, propio de un ataque hacker. Aunque aquí el problema fue que demasiado espectadores intentaban conectarse a la vez.
Las criptomonedas irrumpen en el mundo del deporte
Lo que ha demostrado la «Cryptobowl» es que las criptomonedas se han comercializan hoy para todo tipo de públicos, y no, como antes, para especialistas informáticos e inversores. Pero si este cambio se ha producido en la sociedad ha sido, sobre todo, por los aficionados al deporte. El motivo, que ellos han sido los primeros en interesarse masivamente por los activos digitales basados en sistemas criptográficos, los NFTs.
No solo eso. Una reciente encuesta ha demostrado que los aficionados deportivos están mucho más familiarizados con las criptomonedas que el público general. Esto explica el interés por el patrocinio de estas empresas al deporte, ya materializado en grandes acuerdos, como el contrato de naming rights por 135 millones de dólares para llamar FTX Arena al estadio de los Miami Heat, NBA. La misma liga ha acordado conceder a la empresa Coinbase mayor peso publicitario en sus encuentros, y aceptado que se convierta en patrocinador de su liga femenina, al WNBA.
El nobel de economía Paul Krugman señalaba indirectamente este dato en uno de sus recientes artículos, explicando que los mayores poseedores de activos digitales en EE.UU., criptomonedas y NFTs, son sobre todo la minoría negra. El perfil coincide con una buena parte de los aficionados de la liga de baloncesto, y explica porqué la NBA fue la primera en lanzar sus cromos como NFTs coleccionables, con un valor que va desde los diez dólares a los doscientos cincuenta mil. Y con enorme éxito.
Resulta interesante el contraste con la otra gran liga deportiva estadounidense, la NFL, cuyos aficionados son sobre todo blancos con perfil universitario. Sus decisiones con las criptomonedas han sido mucho más conservadoras, prohibiendo a sus equipos cualquier acuerdo de patrocinio con compañías comercializadoras, así como vender sus tickets o merchandising en estas divisas. No es tanto una prohibición definitiva, sino un marco de actuación mientras la propia liga prepara una estrategia común para abordar este tipo de relaciones comerciales. De hecho, y siguiendo el camino de la NBA, ha comercializado también sus cromos NFT y convertido en tokens sus entradas digitales para que sirvan de recuerdo.
Las criptomonedas y los NFTs llegan a Europa
Esta oleada de interés no se limita a EE.UU., sino que ya está trasladándose al territorio europeo, el otro gran mercado deportivo del mundo. La Premier League acaba de sacar a concurso, por 434 millones de euros la licencia de sus NFTs para los próximos cuatro años. Ahora bien, cuando se trata de patrocinios y acuerdos comerciales, el deporte europeo todavía se muestra mucho más cauto que el estadounidense. Con una estrategia similar a la de la NFL, retrasan cualquier acuerdo mientras preparan sus estrategias de adopción.
Ese retraso tiene que ver con las dudas sobre las criptomonedas, el anuncio de que pueden ser una burbuja, o que se usan para lavado de dinero negro procedente de delitos, lo que podría provocar un daño reputacional a equipos y ligas. Además la UE ha anunciado que retrasa la regulación de los criptoactivos hasta 2024, lo que los mantiene como un producto financiero más volátil y menos seguro frente a los que sí están regulados. También preocupa que el aumento de los precios de la energía, agravado por el conflicto entre Rusia y Ucrania, rebaje el valor de estas divisas.
Pero aunque el futuro esté por decidir, es evidente que los aficionados de todo el mundo han adoptado los activos digitales como parte de la relación con su deporte favorito. Por esa misma razón, y por lo masivas que son las audiencias de los eventos deportivos, las criptomonedas han comenzado a adorar el deporte. Los fans tienen un perfil de usuarios avanzados de las tecnologías digitales, y los equipos y ligas han sido pioneros en la adopción de tecnologías digitales y apps para relacionarse con ellos, dentro y fuera de los estadios. Este proceso de doble dirección explica la enorme conexión que han acabado teniendo criptomonedas y NFTs con el mundo deportivo. Una relación que parece que irá a más, al menos en el futuro inmediato.