El Mundial de Australia y Nueva Zelanda está siendo un éxito de público y visibilidad gracias a la lucha de jugadoras jóvenes como Yasmin Mrabet, empeñada en aprovechar cada experiencia en el fútbol profesional para que el legado de su generación y de las anteriores permanezca en el tiempo en la carrera por el desarrollo del fútbol femenino.
Nos hemos acostumbrado muy rápido a que las mujeres llenen estadios, ocupen lonas publicitarias y tengan derechos laborales dignos de un deporte profesional. Pero todo es muy nuevo y la estabilidad de este desarrollo está por ganar. Para que la incipiente profesionalización del fútbol femenino que vive estos días una de sus grandes citas con un Mundial multitudinario en Australia en Nueva Zelanda sea una realidad se necesitan más capitanas dentro y fuera del campo como la hispano marroquí Yasmin Mrabet (Madrid 1999).
Nos atiende desde su hotel de concentración en Melbourne, un par de días antes del duro debut de Marruecos contra la bicampeona del mundo, Alemania. Mrabet es una joven de apenas 24 años que ya sabe lo que es luchar por los derechos de las trabajadoras del fútbol. Participó en las duras negociaciones por el convenio colectivo del fútbol profesional femenino en España y como internacional por Marruecos (el país natal de su padre) está trabajando en la creación de un plan que desarrolle el fútbol en el país del Magreb. Para prepararse para ese liderazgo está matriculada en el Máster Global Master in Sports Management and Legal Skills with F.C. Barcelona https://isde.es/curso/global-master-in-sports-management-and-legal-skills-with-fc-barcelona/
¿Cómo gestionas tu formación con la actividad deportiva? ¿Cómo tienes actualmente el máster?
Desde bien pequeña se me ha inculcado que los estudios iban por delante si quería ir a entrenar, jugar etc. A medida que fui creciendo yo misma ya tenía en mi cabeza la importancia de los estudios. Creciendo vi que no se podía vivir del fútbol, lo vivía bastante lejos pero cuando empecé a verlo de cerca y vi a esas jugadores que ganaban más dinero, tenía muy claro que tenía que acabar los estudios y me autoexigí destacar en el fútbol y los estudios para tener ese colchón que me permita dedicarme a lo que yo quiero. Tengo la suerte de que me gusta estudiar, me apasiona el fútbol pero también dedicarme con pasión al fútbol dentro del campo y fuera del campo en un rol de management o algo que tenga que ver con el futbol femenino o el deporte.
Estudiaste marketing, luego probaste con el análisis de datos incluso haciendo un trabajo predictivo sobre qué equipo iba a ganar el Mundial y ahora estás muy implicada con el apoyo legal de las jugadoras. ¿Fue la experiencia y las necesidades que has ido viendo en el fútbol profesional lo que te ha llevado a estudiar esta formación?
Exacto, me decanté por Marketing porque me llamaba la atención en ese momento en la carrera. Luego tenía amigas que habían estudiado ciencia de datos y me parecía que tenía muchas salidas y luego ya el sports management and legal skills con el Barça e ISDE tenia muchas ganas de hacerlo por estar centrado en el fútbol. En los convenios colectivos es en lo que más me centro y a lo que me he llevado todo lo aprendido en el máster. Mi TFM por ejemplo va de cómo funcionan convenios colectivos en el fútbol femenino y en cómo implementarlo en la selección de Marruecos que es algo que he podido hablar con la federación. Les he introducido poco a poco en ello, cómo funciona y por qué es interesante para ellos y nosotras. La introducción está hecha y es lo que me gusta.
Tu propia biografía es muy peculiar con una madre inglesa, padre marroquí y residencia en España donde naciste y has crecido también como futbolista. ¿Qué conclusiones extraes de esa experiencia en tres países y tres fútboles tan distintos en el punto de vista de su desarrollo femenino?
Tengo la suerte de tener tres nacionalidades y ver muy de cerca la cultura en Inglaterra y Marruecos y eso me aporta una ventaja par conocer las condiciones de cada país. Las condiciones mínimas en una liga profesional deberían ser muy parecidas en cualquier país aunque haya diferencias en las propias ligas y países. Por ejemplo en Marruecos sí cobramos porque desde hace tres años se ha implementado un programa de desarrollo del fútbol femenino y se están viendo muy claramente los resultados. Tenemos dietas fijas diarias y hemos negociado unas primas por partido, pero el objetivo es firmar un convenio colectivo que estabilice el fútbol femenino y sea sostenible. Que sea un plan con etapas claras para ver dónde queremos llegar para nosotras y las de categorías inferiores.
Cuando se negoció el convenio colectivo en España salió a la luz la debilidad de los presupuestos de algunos clubes y la gran desigualdad respecto a otros equipos. ¿Cómo se puede solucionar y avanzar en la obtención de recursos en el fútbol femenino?
Estuve en las negociaciones para el primer convenio en la Liga Iberdrola. Tardó mucho y tuvimos que ir a la huelga para firmar un salario mínimo. La pregunta es qué viene primero: ¿La inversión o el nivel/show? Como jugadora creo que para ejercer mi profesión al 100% y cumplir con se nivel profesional que se me exige para dar ese espectáculo necesito también recursos mínimos. Eso solo se tiene con un salario mínimo aceptable a las necesidades. Ahora mismo está en 1.200 euros por la parcialidad. A eso le tienes que quitar que vives sola, un alquiler, cuidar la alimentación… algunos clubes no pagan el seguro médico o el fisioterapeuta. Son gastos necesarios para ser autoexigente, rendir y dar ese espectáculo que genere audiencias y dinero que es lo que queremos todas. Por eso el debate es el nivel de inversión en el tiempo para que sea sostenible y generarlos por sí sola sin ayuda de gobiernos. Para mí se necesita primero la inversión ¿Cuánta? No lo sé, pero se necesita tiempo. Se lleva hablando seriamente de fútbol femenino 5-10 años y el juego se está desarrollando a mucha velocidad. Y la prueba de que la inversión es un buen benchmark es Inglaterra donde se ve que la inversión ha posibilitado que ellas sí generen recursos gracias a esas herramientas.
En cuanto a tu experiencia en Marruecos. ¿Cómo influye en el desarrollo de las mujeres el papel de la selección femenina?
Al final lo que supone son oportunidades. Después de la experiencia en la Copa África con un buen resultado [Mrabet scored the historic goal that qualified Morocco for the World Cup] , se abrieron puertas para que las chicas y mujeres hicieran deporte y fueran escuchadas haciendo lo que ellas quieras. Ha abierto la mente de mucha gente, abriendo los clubes en Marruecos también al femenino. Lo más importante es que ha generado mucha visibilidad para niñas y niños y la sociedad marroquí en general nos vea a nosotras como mujeres como ejemplos a seguir.